martes, 13 de noviembre de 2018

SER DISCÍPULO... EN LA SIMPLEZA DEL "SER" Y DEJAR "HACER"




  • Maestro
  • Dime – no se vuelve a mirarme, sigue fijando su mirada en la copa del árbol
  • No sé seguirte
  • ¿Seguirme?, acaso ¿debes seguirme? – esta vez se vuelve hacía mi
  • Es que, todo dice “ven y sígueme”, pero no sé a qué te refieres, me gusta estar contigo, aprender de ti, verte … pero ... no sé a qué te refieres con seguirte, y no sé, no sé hacerlo.
  • Seguirme es ir un paso tras de mí y caminar la senda que yo camino, porque mi senda te llevará a la meta propuesta – coloca una mano sobre mi hombro, despeja mi frente, sonríe tristemente y me dice – pero también seguirme es caminar el camino que yo realicé mientras estuve en la tierra, cuando fui peregrino entre ustedes. Créeme lo que te digo, seguirme no es desde la resurrección, esa es la meta, debes comenzar desde el principio como Yo, lo que te llevará a la Cruz y desde ahí en Mí, alcanzarás la gloria.
  • Pero Jesús, ¿cómo hacerlo?, tu naciste pobre en un lugar donde había tanta opresión, alzaste la voz por la justicia social, hablaste del Amor del Padre, … amaste hasta el extremo y yo, no vivo opresión, gracias a Ti, no me falta nada, ¿cómo te sigo imitándote? Si mi meta es ser Tú, ¿cómo te sigo Señor? – bajo mis hombros, bajo la mirada, solo veo mi pequeñez en una gran impotencia.
  • ¿Hay algo que en Ti no pueda Yo hacer?, si buscas hacerlo por tu cuenta, nunca podrás, para seguirme debes dejarme vivir en Ti, déjame hacer en Tu vida grandes obras, no importa tu contexto actual, o dónde estés en este mundo, Yo debo ser la luz que ilumina ese espacio de tu mundo a través de ti – lo dice mientras inunda con su mirada mi alma.
  • Seguirte es dejar que tú vivas en mí… Señor, si es así, entonces no te alejes nunca, porque no te quiero perder de vista, háblame fuerte para que escuche lo que digas… Tu sabes cuánto me cuestiono y no te quiero fallar, no me dejes fallarte Señor – caigo de rodillas ante El, ocultando mi rostro.
  • ¿Me amas? – dice mientras busca mi rostro, abajándose una vez mas
  • Quisiera amarte mas y solo este amor tan pobre te puedo ofrecer Señor – caen mis lágrimas
  • Cuando uno ama con pureza de intención, ese amor es un amor que transforma.  Mírame y vuelve a mi corazón siempre, a mi corazón pequeño en mi pecho de recién nacido que besó mi Madre al nacer, a mi corazón abierto y sangrante que brotó desde la cruz, a mi corazón que tanto ha amado al hombre, solo en el encuentras el sustento mientras peregrinas en esta tierra – me toma para levantarme y me señala la luz del sol que se trasparenta en las hojas – cada vez que tu miras y te maravillas en esta belleza, soy Yo el que mira a través de ti, cada vez que miras a alguien del camino y te compadeces y me lo presentas para que interceda por él, soy yo quien ora en Ti, cada vez que has tenido un mal día y te vences para sonreír con dulzura a todos, soy yo quien sonríe en ti, cada vez que sales de ti para llegar a otros, me dejas llegar a otros a través de ti – se vuelve, me mira con seriedad – seguirme es dejar que yo actúe en ti, tu eres el discípulo, yo tu Maestro, y cada vez que me dejas “hacer”… haces lo que hace el Maestro, ¿puedes comprender?
  • Si
  • Así harás en mi las obras que yo realizaré en ti, dejarás actuar la gracia que te daré siempre para otros, tus hermanos, nuestros hermanos, oraremos juntos al Padre, dejarás obrar al Santo Espíritu, irás a la fuente donde me reparto en alimento Verdadero, te alimentarás de mi Palabra, y te hablaré siempre en todo lo que por mí, es – comienza a caminar y se devuelve a observarme - ¿entiendes esto?
  • Señor, esto es un tesoro muy grande y ya vez, que tan frágil soy, que tan frágiles somos, quiero confiar mas en ti, amarte mas…
  • Hemos moldeado tu corazón desde antes de que tu fueras, conozco lo que eres y estás llamado a ser… aprende de Mí, pide lo que te haga falta, apóyate en mi Madre, no dudes, no te inquietes, se valiente, humilde y déjame ser en Ti.
  • Sí Señor, ayúdame a ser tu discípulo, yo creo Señor y confío en Ti – me rindo a sus pies y me mira con una profunda ternura.
  • Así será – apoyando su mano sobre mi cabeza.



martes, 14 de agosto de 2018

Ahí tienes a tu madre...

Recuerdo que hace muchos años atrás, buscando dónde pertenecer, me decía que no podía estar en una iglesia donde no quisieran a la mamá de Jesús, y en ese entonces, yo no la quería aún, pero era la mamá de El, y yo la respetaba, así como mi mamá es mi mamá, y es sagrada para mi.
Así en todas esas vueltas llegué a casa, si, la Iglesia Católica es mi casa, mi antesala del hogar eterno, y comencé a conocerla, pero no desde la cabeza, a María se le conoce "contemplándola" al lado de su Hijo, en el silencio, solo observándola, ella habla, habla sin siquiera alzar la voz y apenas digas la m... de mamá y ella ya estará a tu lado. 
Es imposible desconectar a María de Dios, ¿cómo desligan a una mamá de tan gran misterio? es como dejarla tras la puerta de entrada y decirle tu no entras, solo hay cabida para tu hijo, ¿creen acaso que el Hijo aceptará algo así?, no, ¿tu lo harías?.. ¡claro que no! Ella estaba en las bodas de Caná, ahí mismo, cuando anticipó un "signo" de "su hora", ella lo acunó, ella se mantuvo fiel, ella lo siguió, ella lo vio crecer, sangre de su sangre, carne de su carne, verlo a El, es verla a ella, sus genes, el creció escuchando desde su seno los latidos de su Corazón Inmaculado... ella estuvo ahí a los pies de la cruz, desgarrando su corazón, soportando el dolor y la espada que la atravesó al mismo tiempo que la lanza entró en el Sacratísmo Corazón de su Hijo.
A María se le conoce y se le ama, en el silencio de las escenas, todo en ella es quietud, valentía, fortaleza, una mujer judía, viuda, de inmenso valor, ¿que veían en ella los apóstoles?, veían a la madre de su Señor, oraron con ella, y estoy segura que ella los cobijó, y los acompañó en los inicios de esta iglesia naciente.
Hoy recordamos la asunción, y creo fervientemente en ella, por una infinita gracia de Dios, fue luz para mi vida, un regalo y un maravillarme de tanta perfección de nuestro Dios.
Por los méritos de Cristo, fuiste madre mía, la primera redimida y como la nueva Eva, eres la nueva creatura libre de pecado, inmaculada desde tu concepción, Dios obro así en ti, y aquí es donde uno dice, ¡¡¡es que es impresionante como Dios respeta nuestra libertad y decisión!!!! La libraste a ella de pecado original, la cuidaste, ella se mantuvo fiel a ti, la llena, no, ¡rebosante de gracia!, y como nueva Eva, no estaba libre de tentaciones, pero no cayó, y tu Padre amado con tanta e infinita ternura, fuiste a preguntarle en un Ángel, si deseaba ser la madre del Mesías... (aquí una pausa de asombro y agradecimiento)... y le diste la libertad de elegir, y ella mostró su gran inteligencia que le diste, porque no fue ingenua, no, ella quería saber cómo, pero no desde la duda sino desde la certeza de la fe, entonces, ¿cómo iba a morir?, Eva si no hubiera pecado seguiría en el paraíso con su inmortalidad, y María es la nueva Eva, no podía corromperse, por eso fue asunta al cielo en cuerpo y alma, donde es nuestra gran intercesora ante su Hijito amado y cuánto, cuánto nos ayuda. Ella le pisa la cabeza a la serpiente, el enemigo no soporta ni que la nombres, contémplala, obsérvala, mírala, déjate empapar por su simpleza, y acógela en el hogar de tu corazón.
Tu no eres huérfano, tienes una mamá que te ama inmensamente y hará lo imposible por acercarte a su Hijo, por que lo sigas, por mostraste El Camino, por defenderte, por ayudarte a ser santo.
No la dejes fuera de la puerta, al contrario, pídele siempre, que así como preparaba la pequeña casita en Nazareth, como preparaba el pesebre en Belén, que con todo ese amor de Mamá por su Hijo, también prepare tu alma y corazón para que habite El, y El al entrar sienta el aroma de su mamá. ¡imagina su felicidad! y Jesús te sonreirá, se sentirá en su hogar.



Bendito seas Padre, y alabado seas por siempre por que en tu insondable misericordia nos diste en tu Hijo amadísimo Jesucristo, una madre tan pronta a atender nuestras solicitudes, te pedimos escuches sus ruegos por tus hijos acá en el mundo y que por su intercesión alcancemos por obra del Santo Espíritu las gracias necesarias para ser cada día mas, la imagen de tu Hijo y como Él y María cumplamos tu santa voluntad y querer en esta vida.
Santísima Trinidad en ti confiamos.


jueves, 9 de agosto de 2018

TODO HABLA DE TI




Quise partir esta aventura, contemplándote a ti Señor, tu que estás en todo y en todos.
Pienso en San Francisco de Asís, y en todos los santos que tanto te amaron, aunque todo nuestro amor hacía ti es poco, pequeño y ... qué es sino al final la misma gracia que tu nos otorgas para amarte, independiente de nuestros méritos que ante ti no son condición.
Solo basta decirte, como vaya fluyendo el soplo del Espíritu, pedirte hasta en el mas pequeño susurro, "Señor, que yo pueda amarte con todo mi ser", por que al final, qué tengo yo, qué soy yo, qué somos, qué tenemos, que tu en tu infinita bondad no nos hayas dado.
Te miro en las estrellas de la mañana que me acompañan como el mas hermoso manto a mi trabajo, este que tu me diste, y esa estrella que pusiste ahí para mí, también es de mi hermano y mi hermana, de aquellos que también son tus hijos y están por todo el ancho y agotado mundo, cuantas miradas tristes, en angustia, perseguidos, en enfermedad, en dolor, en soledad alzarán la mirada para verlas y sentir el impulso de la esperanza que Tu nos otorgas por tu gran misericordia.
Ahí están indicando que Tu eres nuestro Padre, que somos tus hijos, que hay algo mas allá, no importando las tempestades. 
Seguiremos el camino de tu Hijo de la mano de María, ¡¡cuántas veces ellos te hablaron mirando las estrellas!! ¡cuantos peregrinos buscándote y cumpliendo tu voluntad!, danos la gracia de seguir y de algun día volver a ti, fuente de incomensurable Amor.

Gracias, por tanto que nos das.

SER DISCÍPULO... EN LA SIMPLEZA DEL "SER" Y DEJAR "HACER"

Maestro Dime – no se vuelve a mirarme, sigue fijando su mirada en la copa del árbol No sé seguirte ¿Seguirme?, acaso ¿debes seg...